lunes, 14 de septiembre de 2009

LA ESPAÑA QUE VA ..... Y LA EUROPA QUE VIENE (1)

España vinculó su destino a la CEE en 1985 y al Euro en 2000 con escaso margen de retroceso a su Pasado más reciente, menos aún a su Historia totalitaria ...

El arranque del nuevo curso político este fin de verano es tanto caldeado como movido no sólo en el frente doméstico sino también en escenarios europeos e internacionales.

Desde el primer debate sobre la crisis económica hace unos días y a lo largo del otoño, intuyo que las actividades políticas internas se centrarán en el posicionamiento de los partidos políticos como calentamiento de unas elecciones autonómicas en Cataluña (2010) y municipales/ municipales en

el resto del Estado (2011) aunque aún no toca hacer campaña. Ello no impide que los líderes

tanto de los dos principales partidos como los demás con presencia en el Parlamento consideren que sus intereses partidistas no pueden esperar ni someterse al interés del Estado. Mal comienzo para un curso trascendental para España en vísperas de su turno de presidencia de la UE.

Más allá del territorio español, las cosas siguen un patrón parecido en sendas elecciones este mismo mes de setiembre en Alemania y Portugal, donde los contendientes también se muestran más preocupados por afianzar sus posiciones que por implicarse de lleno a resolver de una vez por todas, la crisis en curso. De la Gran Coalición CDU-SPD que ha gobernado Alemania en estos últimos años al enfrentamiento irreconciliable entre los socialistas y los conservadores en Portugal, vemos el perfil de la

Europa que hay y la que viene para el próximo lustro.

Lo que es evidente es que gane quien gane las elecciones en Alemania y Portugal, igual que en sucesivas elecciones en el Reino Unido, Grecia o en España, los 27 Estados Miembros de la UE están unidos en su destino para bien y para mal. Además, los Estados que conforman la Eurozona no tienen otro camino que el que marque el BCE dentro de los acuerdos globales que esta entidad alcance con los otros bancos centrales estatales del mundo.

Es más, también

estamos sometidos a los dictados de los acuerdos que pudieran alcanzarse en el foro económico de

mayor relevancia en este momento, el G-20, a la cual España parece haber consolidado su presencia.

La actividad diplomática española de los últimos meses ha sido intensa y la presencia

internacional del Presidente de Gobierno destacada. Falta saber son los frutos que se cosecharán de todos los apretados periplos del dirigente español en sus distintos contactos europeos e internacionales y su asistencia a foros como la G-20 en Pittsburgh los días 24 & 25 de setiembre.

¿Dispone el Sr. Rodríguez Zapatero de libertad para adoptar una postura netamente española en

esa cumbre? La respuesta – rotundamente NO. Ni él ni ningún otro líder europeo, ni siquiera el flamante y

egocéntrico Sarkozy, pueden ejercer unilateralmente la imposición de posturas para afrontar la crisis. Cierto es que España no pertenece al G-20 mientras que Alemania, Francia y el Reino Unido lo conforman desde su constitución en otro momento de crisis hace una década. Sin embargo, España no ha visto reconocida su relevancia económica particularmente durante años de enfrentamiento con la Administración Bush entre 2004 y 2008, justo en el albor de la mayor crisis de todos los tiempos.

España va hacia una cumbre internacional pero en el periplo tiene parada obligada en Bruselas para consensuar posturas con la Merkel, Sarkozy, Brown y Berlusconi, además de respetar a Suecia su presidencia de turno. No hay que olvidar que además de las elecciones mencionadas, está al caer un referéndum en Irlanda, que quizá sea mucho más crucial para el futuro de la Unión. También queda en el aire la reconfirmación del actual Presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso.

Es precisamente en ese entorno, en el seno del próximo encuentro de gobernantes europeos de la Unión donde España tiene que hacer valer su postura, compartir su valiosa experiencia reguladora que nos haya convertido en el único Estado Miembro que no haya tenido que nacionalizar ninguna entidad financiera quebrada, y además, dejar patente que España está sirviendo como modelo para la Administración Obama en tres temas relevantes en este siglo y en tiempos de crisis – el modelo sanitario social, la red española de alta velocidad y la implementación de las energías alternativas.

Cierto es que nuestros detractores aludirán a nuestra alta tasa de desempleo o al creciente déficit público que pasará de un superávit a un negativo. España puede razonar que su endeudamiento (entre los más bajos del mundo) y la máxima calificación de su Deuda Pública le otorgan un margen de maniobra que ya no tienen, por ejemplo, ni Irlanda ni Reino Unido.

Voy a dejar para la segunda parte propuestas contundentes de actuación a nivel español para prever lo que la Europa que viene nos vaya a requerir. Ahora, quiero únicamente centrarme en la relevancia de los próximos 10 días, para el máximo aprovechamiento de la relevante presencia española en el escenario europeo e internacional.

Aunque la representación la ostenta el gobierno de turno, sobre todo en la persona de su Presidente y de los ministros en ejercicio que acompañen a éste en sus periplos y en las cumbres mencionadas, no es menos importante que esa oposición que tiene como principal función fiscalizar la gestión de gobierno, no caiga en la tentación de actuaciones banales que perjudiquen los intereses del Estado. De actuar así cualquiera de los líderes de la oposición desde el principal partidos hasta el que sólo tenga un diputado o senador, estará incumpliendo el papel de fiscalización para caer en la protección de los intereses particulares o partidistas.

Aquí debo recalcar que no comparto algunas de las actuaciones del gobierno en ejercicio, como comentaré en la otra parte de este artículo. Tampoco comparto el oportunismo político de los partidos en la oposición para sacar tajada política y/o económica para sus intereses de partido por encima de los intereses de la ciudadanía.

Me sorprende que ni los que gobiernan ni los que fiscalizan sepan comunicar asertivamente sus posturas, enviando mensajes que pudieran ofender la inteligencia del ciudadano medio. Podemos jactarnos de ser un Estado con un buen nivel intelectual muy a pesar del debate sobre la educación y el fracaso escolar. Aprovecho para resaltar que no es sólo el sistema educativo que deba asumir el dilema de la población más joven con un elevadísimo paro tras los años de estudios o formación. El fracaso debemos compartirlos todos los componentes de la sociedad, por permitir la pérdida del horizonte ético en el ejercicio profesional y el menosprecio del talento, que es mucho más que meros conocimientos adquiridos en el proceso educativo.

Continuará ...

2 comentarios:

  1. Centrándome en el título del "post", para mí el verdadero reto de España está en cambiar el modelo económico: hay que apostar más por la propiedad intelectual, porque históricamente está demostrado que es lo que da prosperidad a un país. Entiendo medidas como el plan E para dar trabajo a tanto parado, pero no es más que un parche. Hay que atajar el problema más de raíz y con un plan a largo plazo, ni mucho menos a 4 años vista (una legislatura). Vista la casta política que tenemos (la que nos merecemos por también ser cortoplacistas, ya que nuestro voto se lo ganan con medidas de este tipo), lo veo crudo, pero hay que ser optimistas y por eso intento extender esta opinión.

    esto que comento es más un tema de crisis interna que algo relacionado con la crisis mundial, pero para mí es el mayor problema que tenemos.

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  2. Un año después del debacle de Lehman Brothers, vuelve una falsa alegría y los "mismos perros" que la causaron seguirán en los ligares claves para que poco o nada cambie.

    Estoy de acuerdo contigo que habría que ir a las raíces del problema (que es algo más que el meramente económico) pero debo decir que la propiedad intelectual no es la raíz sino la cara econímica de la verdadera fuente - el talento capaz de crear algo nuevo. Si lees los otros artículos sobre la crisis, verás que hago hincapié sobre la "gestión del talento" y que el 2009 debe haber sido el año clave para valorar el talento de manera óptima.

    Creo que el mundo ha perdido una oportunidad para ello y por lo tanto también la resolución definitiva de esta crisis. Y aunque aparentemente salgamos de esta situación, tendremos una nueva crisis en cuestión de unos años.

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